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Tras un 2021 positivo, que se cerró con un crecimiento generalizado del sector cerámico, 2022 promete ser un año complicado en el que el desarrollo del sector corre el riesgo de sufrir un importante retroceso.

Las causas dela ralentización del crecimiento son elaumento de los costes de producción y la escasez de materias primas y componentes. Este fenómeno, que se viene produciendo desde finales de 2021, parece agravarse con la crisis desencadenada por la guerra de Ucrania.

La alarma sobre la escasez de materiales y equipos para la cerámica ya había sido lanzada por empresas y asociaciones del sector, pero ahora la situación se agrava aún más.

Elaumento desproporcionado del precio de la energía puede poner en peligro el trabajo de toda una industria, unido a la escasez de materias primas en el mercado necesarias para la producción de máquinas automáticas, como los aceros y los metales de los que son productores los Estados directamente implicados en la guerra. La escasez de estas materias primas significa no sólo que son difíciles de conseguir, sino también que su coste aumentará drásticamente.

Todo esto supone una amenaza para el crecimiento de la industria cerámica en Italia y puede frenar una tendencia positiva que se está dando en el país desde hace algunos años.

Apelaciones

En este contexto, el llamamiento al Gobierno de Acimac (Asociación de Fabricantes Italianos de Maquinaria y Equipos para la Cerámica), Amaplast (Asociación Nacional de Fabricantes de Maquinaria y Moldes para el Plástico y el Caucho) y Ucima (Unión de Fabricantes Italianos de Maquinaria de Embalaje Automático) consiste en encontrar una solución al problema del encarecimiento de la energía y la escasez de materias primas.

Las declaraciones de las tres asociaciones y sus representantes hablan por sí solas:

"Estamos en medio de una situación paradójica: nuestras empresas tienen una gran cartera de pedidos que no pueden atender. El riesgo que se hace cada vez más real -afirmó Paolo Mongardi, Presidente de Acimac- es el de un paro de la producción. La situación ha llegado al límite y, a menos que se produzca un giro repentino, nos acercamos al punto de no retorno.

Necesitamos propuestas concretas de inmediato", añadió Darío Previero, Presidente de Amaplast, "para reducir no sólo el coste del gas y la electricidad, sino también el de las materias primas necesarias para producir nuestra maquinaria y los plásticos que utilizan nuestros clientes transformadores. No podemos permitirnos una desaceleración en un sector tan estratégico para el PIB del país como el de los bienes de equipo, pero el riesgo de caer en una crisis peor que la pandemia es real".

A finales del año pasado", concluyó Matteo Gentili, Presidente de Ucima, "el aumento de los costes de producción y de las materias primas, los retrasos en la entrega de componentes, el aumento de las tarifas de transporte y el crecimiento desproporcionado de los costes energéticos nos tenían en vilo, pero ahora el país está a punto de pararse. Para evitarlo, es esencial tomar medidas a nivel nacional y europeo lo antes posible.