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La pandemia de Covid-19 ha puesto a prueba la productividad de las empresas y la capacidad de respuesta de los mercados. Sin embargo, en lo que respecta a la cerámica fabricada en Italia, los datos nos muestran un escenario en general positivo: la industria ha sido capaz de hacer frente a la onda expansiva de la emergencia sanitaria, con pérdidas inferiores a las previstas durante el primer cierre en marzo-abril de 2020.

Según las primeras estimaciones, a finales de 2020, las ventas totales de azulejos se situaron en 391 millones de metros cuadrados, lo que supone un descenso de alrededor del 4% respecto a los 407 millones de 2019. Esto corresponde a 16 millones de metros cuadrados menos, de los cuales 10 se pierden en el mercado nacional y 6 en el extranjero.

En Italia, las ventas se redujeron a 73 millones de metros cuadrados, registrando un descenso del -12% respecto al año anterior, mientras que las exportaciones tuvieron una caída mucho menos drástica y mejor de lo esperado, cerrando el año con un -2% hasta los 317 millones de metros cuadrados.

La mejora de los datos comenzó a partir de mayo-junio de 2020 y continuó durante la segunda mitad del año, en la que se mitigaron las pérdidas para contener los daños en la medida de lo posible.

La producción ha bajado

La producción ha disminuido considerablemente en todo el país. Pasa de 401 millones en 2019 a unos 330 millones a finales de 2020, una caída que ronda el 18%. Las causas son el cierre de marzo-abril y el cierre de las ferias.

Así, las empresas pudieron recurrir a sus reservas de existencias, deshaciéndose de los bienes ya producidos para compensar la caída de la producción.

Comentarios de Confindustria Ceramica

A la luz de las cifras preliminares para 2020, el presidente de Confindustria Ceramica, Giovanni Savorani, declaró que "en el año en que la pandemia afectó a nuestras vidas y a nuestras actividades, podemos decir que 2020 se cerró con un descenso, pero en general, menos grave de lo que podríamos haber esperado."

La atención del Presidente se centró en una serie de cuestiones clave para el sector, como el sistema ETS de la Unión Europea que, "si bien persigue un objetivo climático totalmente aceptable, penaliza de forma incoherente a un sector como el de la cerámica italiana, que ha invertido importantes recursos y está a la vanguardia de la tecnología existente". A esto hay que añadir -dijo Savorani- la inaceptable exclusión de nuestro sector de la lista de sectores con derecho a compensación por los costes indirectos del ETS, es decir, los relativos a la compra de electricidad. Esta exclusión es injustificada debido a la gran exposición de nuestras empresas al comercio internacional y corre el riesgo de dar una ventaja irreversible a nuestros competidores".

Otro tema importante es el de las deducciones fiscales y, en particular, el Superbono del 110%: "es esencial que la extraordinaria atención que los italianos están prestando a los incentivos del Superbono del 110% pueda convertirse en verdaderas obras de construcción para reurbanizar partes importantes de la ciudad. Para lograr este objetivo es imprescindible que la fecha de caducidad de los incentivos se equipare a la del Plan de Recuperación, año 2026, y sobre todo que se simplifiquen los trámites, para evitar que su complejidad haga desistir a muchas personas. Por último, los límites máximos de las entidades de crédito deben ser lo suficientemente grandes como para financiar a todos los interesados en la reestructuración".